Resumen en Español :
La crisis generada por la pandemia de COVID 19 afectó de manera integral nuestra calidad de vida: puso en vilo a los Estados, a los sistemas de salud, a las formas de organización y reproducción de la vida social, económica y política. La implementación del Aislamiento Social Preventivo (ASPO), enfocado a reducir el riesgo de propagación del virus, tuvo efectos individuales y sociales no deseados. Un ejemplo fue la dificultad en la distribución y, por ende, el consumo de los alimentos por parte de las diferentes entidades gubernamentales, situación que impactó especialmente a las niñas, niños y adolescentes de los sectores marginados de
la sociedad. Considerando lo anterior, el Ministerio de Ciencias, Tecnología e Innovación de Argentina dispuso, a través del Programa de Investigación sobre la Sociedad Argentina Contemporánea (PISAC) de fondos públicos concursables destinados a proyectos que permitieran comprender las transformaciones sociales que el coronavirus había producido en la población. Los resultados descritos en este trabajo, que forma parte de un estudio que se llevó a cabo en ocho localidades del país, muestran los efectos de la pandemia en la alimentación en la población infantojuvenil que vivieron algunas de las zonas más pobres de la provincia de Mendoza. Los estudios realizados permitieron también, analizar cómo las políticas públicas (municipales, provinciales y nacionales) ayudaron a aminorar el aumento de la inseguridad alimentaria.